Quizá no lo sepas, pero China se ha convertido en uno de los destinos favoritos de millonarios alrededor del mundo. Su extensa oferta de servicios y artículos de alta gama han logrado posicionar su mercado como uno de los más exclusivos. Por esta razón, diferentes marcas de lujo han buscado apelar al mercado oriental con campañas publicitarias en las que, créelo o no, celebridades locales se convierten en “novios virtuales”.
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Aunque en diferentes países las fanáticas de cantantes y actores jóvenes sean muy apasionadas, en China estas alcanzan un nuevo nivel. La cultura de idolatría asiática es tan basta que incluso se ordena en subgrupos que adoran a celebridades de manera diferente. Las “novias fanáticas” ven en sus ídolos a un novio ideal; las “fans de amor verdadero” hacen lo que sea su amado les pida; y las “fanáticas mamás” adoran a los famosos por su apariencia juvenil y les apoyan como una madre.
Diversas marcas han sabido tomar ventaja de este gran fanatismo. No conforme con solo hacer de diferentes celebridades asiáticas la imagen oficial de sus productos, estas han creado comerciales en donde las estrellas interactuán con la cámara como si esta fuera su novia. De esta manera, al ver los anuncios, las fanáticas sienten una conexión mucho más cerca e íntima con su ídolo.
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Para la promoción de su fragancia “Mon Paris”, YSL lanzó este mismo año un comercial con el famoso rapero Z.Tao. En él, todo se ve desde el punto de vista de una chica que, según se sugiere, es llevada a un romántico viaje a Paris por el músico. El hastag de la campaña, #LoveZ.TaoLoveIt, fue muy popular en la red social china, Weibo.
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Por su parte, la línea de joyería Pandora contrató al actor Chen Boling para su campaña navideña del año pasado. En ella, Boling le confiesa a la cámara sus sentimientos de amor y ofrece una exclusiva pieza de la marca como regalo.
Estos comerciales demuestran como la publicidad va evolucionado para dirigirse a grupos cada vez más específicos. Sin embargo estos anuncios no llegan a América y, por el momento, aún no podemos sumarnos a la afición por los ídolos asiáticos que reina al otro lado del mundo.