Artz Pedregal da la bienvenida a la firma francesa Hermès. Su ubicación única y esquinada del local dan la oportunidad de crear una declaración arquitectónica.
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Hermès se presenta en la prestigiosa plaza con 202 metros cuadrados adornados con figuras simétricas y creadas por el diseñador Pierre Hardy.
Una arquitectura completamente armónica
Sus amplios pasillos han sido iluminados con luz natural gracias a los paneles de vidrio verticales en el exterior, ofreciendo también privacidad a los clientes.
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Una vez adentro de la tienda, un salón central permite acceder a las zona de seda, fragancias y joyas de moda. Además, del lado derecho se encuentran el universo masculino y femenino, mientras que al centro están los artículos de piel y del lado izquierdo, joyas y relojes.
La paleta de colores elegidos es cálida, terrosa y se extiende por toda la tienda como un guiño al clima soleado de la Ciudad de México. De esta manera, Hermês y Denis Montel crearon una conversación armoniosa con el entorno distintivo de la tienda.
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Microscópicamente perfecto
Al mismo tiempo, la maison ha demostrado una gran apreciación por el arte relojero que se hacen presentes en su nueva boutique.
Savana Dance – Hermès
De hecho, una nueva pieza excepcional de Savana Dance habita en este nuevo establecimiento.
Inspirado en la cultura de los reyes Zulúes, dos animales icónicos para esta cultura como el leopardo y el mono son los protagonistas de la obra. Una hebilla, una corona y una caja de oro blanco son los guardianes de esta pieza artesanal literalmente hecha bajo microscopio.
Su proceso de elaboración comienza con un pincel fino y un solo pase de color para después hornear la pintura y solidificar los colores. Este proceso se repite en 20 ocasiones, y cada carátula tarda 70 horas en realizarse.
Solamente han sido fabricadas 12 piezas, y en Hermès de Artz Pedregal se encuentra la número 11. Esta magnífica pieza puede ser tuya por tan solo un millón 351 mil pesos.