M. Hostomme presenta un champagne madurado en las profundidades del mar

Si piensas que el mar y el Champagne sólo tienen en común las burbujas y una blanca espuma, estás equivocado.

De las siete casas de Champagne en Francia, M. Hostomme es la única que ha decidido innovar; esta valiente Maison se ha dedicado en los últimos años a perfeccionar el proceso de envejecimiento de su Champagne bajo el mar, dejando así todo método convencional detrás.

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Los orígenes de este atípico espumoso siguen siendo los mismos; en todos los casos de elaboración de Champagne, la combinación de vinos es una habilidad magistral y distingue a esta región del resto del mundo. Tras dos fermentaciones se añaden varios gramos de levadura y azúcar.  Aunque las recetas varían entre los enólogos, este proceso es único y resulta vital para la creación del líquido burbujeante más prestigioso. Fuera de la luz, las botellas permanecen en las cavas por un largo período y son importantísimas gracias a su temperatura relativamente constante, cercana a los 12°C, y a su oscuridad.

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Bajo el mar, bajo el mar…

En este momento es cuando las cosas se ponen realmente interesantes para las botellas de la colección M.Mostomme. En vez de utilizar una cava convencional, estas botellas se colocan en el fondo del mar durante la gran mayoría de su proceso de maduración y envejecimiento.

El medio ambiente oceánico, con su temperatura constante y la falta de luz, incorpora elementos ideales para la maduración del preciado líquido, sin embargo, no hay muchas casas de Champagne que adopten esta metodología, lo que le confiere a M. Hostomme un espíritu aventurero, como una especie de Odiseo que busca retornar al hogar tras la conquista de los mares.

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Tras el tesoro efervescente

El tiempo en cava del Champagne (acuática o no) es más largo que en comparación con  otros vinos efervescentes; en promedio deben suceder de 2 a 3 años para las cosechas sin añada y entre 4 y 10 años para la mayoría de los Champagne con añada (millésimes).

El tesoro Montomme reside entre las aguas por una estancia de 48 meses para luego de ser enviadas a Ushant, una isla en Francia, para completar el proceso de envejecimiento.